Este pequeño bistro creo que tiene que replantearse las cosas. En el cuidado y limpieza de su local, pero sobretodo en la elaboración de sus productos. La decoración es buena, pero parecían que no habían cambiado el agua a los floreros hace mucho tiempo, pasaba lo mismo con las ventanas, un local reluciente también forma parte de la experiencia. El tema de los humos es otro tema, sería bueno que revisen (o instalen) el sistema de evacuación de humos. Pasando a la comida. Se toman mucho tiempo en elaborar los platos, eso podría ser positivo si la comida que te sirven es muy fresca y recién hecha, pero que te traigan papas fritas del día anterior no es bueno. Por otro lado, se debería mejorar la presentación, de otro modo parece que te lo has preparado tú en casa, nada especial ni llamativo. El servicio no es bueno, pedí una hamburguesa de frejoles y me la trajeron de lentejas. Y eso no era hamburguesa, eran lentejas con forma de hamburguesa, que no es lo mismo. Los platos llegaron muy separados en el tiempo y unos terminaron cuando otros ni habían empezado. Yo se que hacer un negocio familiar es muy difícil, pero justamente no cuidar los detalles y sobretodo tu producto favorece a que la cosa no vaya bien. Lamento si mis comentarios son duros, solo quiero transmitir mi sensación como consumidor. La idea me parece muy buena y los precios adecuados, pero se tiene que mejorar.